Moscardones y el cambio climático – Una potencial pesadilla Forense

Moscardones y el cambio climático – Una potencial pesadilla Forense

calliphoridaeLos moscardones (Calliphoridae) son una de las armas secretas en la lucha contra el crimen, pero el cambio climático puede poner en entredicho ese progreso.

Es importante entender cómo los entomólogos  utilizan estas moscas en su trabajo para poder comprender el potencial problema del cambio climático. Los moscardones (Calliphoridae) son unos de los primeros insectos en colonizar los cadáveres. Tienen un sentido muy agudo del olfato y pueden ser capaces de detectar el olor a carne muerta en tan solo 15 minutos. Las moscas llegan al cuerpo y ponen sus huevos en las heridas abiertas y los orificios corporales. Las larvas atraviesan tres etapas, cada una de las cuales pueden ser representadas en un gráfico de tiempo. Los efectos de la temperatura sobre el crecimiento están claramente documentados, por lo que un entomólogo entrenado puede determinar la edad de las larvas y utilizarlas como guía para determinar el momento de la muerte. Este método permite dar una aproximación sobre el tiempo mínimo que lleva muerto el cuerpo. Las distintas Califóridas  tienen diferentes intervalos de tiempo – y en ello radica la raíz del problema del cambio climático

Con el aumento de las temperaturas, la gama de diferentes especies de Califóridas se está expandiendo. Esto, de por sí, no es un problema lo suficientemente grande como para preocupar a los entomólogos forenses, ya que pueden identificar las diferentes especies y usar las especies autóctonas para determinar sus ciclos larvares con precisión. Las especies recién llegadas, sin embargo, pueden no ser genéticamente similares o presentar el mismo desarrollo que la población indígena. Esto podría cambiar fundamentalmente el ciclo de vida e invalidar las estimaciones forenses. Además, cuando las distintas poblaciones de moscas comienzan a cruzarse se crea una especie genética totalmente nueva cuyo ciclo de vida no se ha determinado completamente. Por lo tanto, las larvas de la “mosca nueva” son inadmisibles en los tribunales, porque no existe un estándar forense para comparar el ciclo de vida.

Otra preocupación potencial se relaciona con la adición de nuevos insectos a la biosfera. A veces las nuevas especies se mueven a un área y afectan directamente a las especies nativas. Esto podría acelerar o frenar el proceso de desarrollo de un insecto, como las califóridas. Si esta interacción no es estudiada  y comprendida completamente, entonces la evidencia entomológica podría, potencialmente, dar una apreciación errónea del intervalo post mortem. En la mayoría de los casos es probable que no tenga una fuerte influencia en el resultado de una investigación criminal, pero ¿y si el intervalo post mortem es errado en un día completo, y esto permite que el asesino tenga una coartada comprobable para ese momento en particular?

Es exactamente esa pregunta a la que los entomólogos forenses temen cuando se trata de la posible invasión de especies no nativas a la zona. Las consecuencias del cambio climático y la migración de insectos requieren que los científicos se involucren en esta relativamente nueva rama para permanecer alertas y continúen realizando estudios  sobre las poblaciones indígenas para verificar la validez de sus conclusiones. Si, como algunos entomólogos temen, las poblaciones de califóridas se cruzan entre ellas, habrá un lapso en el que la evidencia de larvas no podrá ser utilizada en el sistema judicial. Esto podría resultar en la plantación de la semilla de la duda en la mente de un jurado y, potencialmente, permitir que un asesino salga libre.

Fuente original en ingles

 

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