Un investigador puede hacer cosas simples para asegurar la integridad de la evidencia de ADN. El ADN puede ser transferido de una escena del crimen a otra a través de las herramientas empleadas. Por ejemplo, los pinceles utilizados para revelar huellas digitales pueden contaminarse fácilmente. Los pinceles pueden retener el ADN recogido. Para asegurarse de que no se transfiera el ADN de un pincel utilizado en una escena a otra, es recomendable utilizar uno nuevo en cada escena. Esto es más importante en los casos de homicidio donde el ADN puede ser el factor determinante. De hecho, en los homicidios, el pincel utilizado debe ser parte de la evidencia.
Hay que recordar que no sólo el pincel utilizado, sino que el propio polvo puede contaminarse. Mientras que los aplicadores magnéticos se pueden limpiar con lejía al 10% (o se pueden utilizar los desechables) los pinceles de fibra de vidrio no se pueden limpiar y volver a utilizar fácilmente. El dinero que se gasta en comprar un pincel nuevo es un pequeño precio a pagar por asegurar la integridad de la evidencia.
Mantener la contaminación de la evidencia a un mínimo es especialmente relevante cuando se investiga un homicidio. Los sitios del suceso generalmente contienen posibles evidencias de ADN. Es importante recoger numerosas muestras, recoger la mayor cantidad de evidencias posible. Hay que tener presente que aunque con la tecnología de hoy en día no se puede extraer ADN de una muestra, nuevos métodos que permitan hacerlo podrían estar disponibles en el futuro.
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